Colombia es un país rico en cultura con inmensa pluralidad de etnias, costumbres, ritmos musicales, comidas y comunidades, cada una con una diversidad lingüística propia. Las condiciones geográficas, los cultivos y la oferta gastronómica producto de los diferentes pisos térmicos hacen de Colombia un país reconocido mundialmente por su ubicación privilegiada con un potencial turístico envidiable. Sin embargo, debido a las recientes décadas marcadas por el conflicto armado interno, nuestro país ha sido estigmatizado y reconocido en el exterior como un país violento y poco recomendable para visitar por turistas de otras partes del mundo.




Por fortuna, la violencia se ha visto reducida en gran medida después de los procesos políticos que han llevado a desmovilización y cese de hostilidades por parte de algunos de los miembros que han hecho parte del conflicto. Los Acuerdos de Paz pactados con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el año 2017 durante el mandato del expresidente Juan Manuel Santos, nos han dado un impacto positivo como sociedad y progresivamente se ha cambiado la percepción que las personas del extranjero tienen sobre nuestro país y nuestra sociedad, lo que a su vez se ha reflejado en la apertura de nuevas oportunidades directamente relacionadas con el turismo y la llegada de extranjeros a nuestro territorio.

Tal es el avance positivo que el Estado Colombiano tiene la intención de que sea el sector turismo el principal proveedor del producto interno bruto del país. El gobierno del actual presidente Iván Duque (2019) que en su plan de gobierno ha decidido implementar una política basada en la Economía Naranja, abre para los colombianos una nueva página de la historia en donde el arte, la cultura y, especialmente, el turismo, se convierten en un sector económico de gran importancia.